Alicia
Alicia, me gusta tu nombre. Alicia, me gusta tu vestir. Alicia, me gusta tu delicadeza. Alicia, me gusta tu figura. Alicia, me gusta tu seriedad. Alicia, me gusta tu discreción. Me gusta tu contemplación, tus ojos, como mirando a la Asunta rodeada de arcángeles. Me gusta verte, tan hermosa, refinada y serena. Tu confidente y angelical sonrisa me transporta a un manantial de agua fresca y cristalina, iluminado por la primera luz de una quieta mañana. Eres el renacimiento, la primavera, el agua que purifica, la luz que sana, el suave viento que conduce a un puerto seguro, el retorno al hogar perdido. Eres el bálsamo para mi desolada alma, la paz, la armonía. Tu silencio es un misterio que me llama, me hipnotiza, me seduce. Eres una joya que brilla de entre todo lo ordinario: pequeña, delicada, fina, inmaculada. Tesoro escondido. Me gusta tu cabello: largo, liso, recogido hacia un lado, cayendo delicadamente sobre tu hombro izquierdo en suave espiral siguiendo